¿Y si NO tengo TOC?

¿Qué Significa Dudar si Tienes TOC?

Las personas con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) a menudo se preguntan si realmente tienen el trastorno, especialmente cuando acaban de recibir el diagnóstico y aún no han comenzado la terapia. Esta duda es común y, de hecho, casi un indicio de que el diagnóstico es acertado. Veamos por qué.

El TOC y la Duda: La “Enfermedad de la Duda”

El TOC era conocido como la «Enfermedad de la Duda». Dudar es parte integral de este trastorno. Para recibir un diagnóstico de TOC, una persona debe cumplir con los criterios del DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), utilizado por psicólogos y psiquiatras. Algunos de estos criterios incluyen la presencia de pensamientos recurrentes, intrusivos e irracionales (obsesiones) que causan una gran ansiedad. Para reducir esta ansiedad, la persona realiza rituales o rumiaciones (compulsiones).

Comprender y Aceptar el TOC

Uno de los pasos más importantes en la terapia es ACEPTAR que se tiene TOC. Este proceso de aceptación no ocurre de un día para otro; requiere tiempo. Aceptar el TOC significa comprender que los pensamientos obsesivos, por muy perturbadores que sean, tienen una explicación menos peligrosa de lo que parece. Por ejemplo, una persona con pensamientos de hacer daño a sus familiares puede, al principio, temer ser una psicópata. Sin embargo, al aceptar que estos pensamientos son solo pensamientos, puede eliminar el juicio negativo sobre sí misma.

¿Y si No Tengo TOC?

Durante el proceso de aceptación, es común que surjan pensamientos como: “¿Y si no tengo TOC?” Este tipo de pensamiento puede aumentar la ansiedad, haciendo que la obsesión parezca más real. Aceptar algo implica creer firmemente en su realidad, pero el TOC se caracteriza por la duda constante, lo que explica por qué muchas personas con TOC dudan incluso de su diagnóstico.

La Trampa de los “¿Y si…?”

Los pensamientos de tipo «¿Y si…?» son una clara señal de un pensamiento obsesivo. Estos pensamientos suelen enfocarse en posibilidades, por muy remotas que sean, lo que genera la misma ansiedad que si fueran probables. Cuando alguien con TOC piensa «¿Y si no tengo TOC y es algo peor?», se está centrando en una posibilidad irracional, lo que refuerza el bucle. Esta preocupación provoca compulsiones como la rumiación (razonar excesivamente) o la búsqueda de re-aseguración (buscar información en internet, preguntar a familiares, etc.).

El Camino hacia la VIDA que se quiere

Es importante que quienes tienen TOC continúen trabajando con su terapeuta para entender cómo se mantiene el trastorno y para aceptar que, aunque es un proceso doloroso, este es el camino para manejarlo. Con esfuerzo y compromiso, es posible alcanzar la vida que quiera uno y con el mayor bienestar posible.

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